Una ardilla cruza mi camino...
- emmanuelsd
- Mar 6, 2011
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Este domingo ha sido especial, como hace mucho tiempo no ocurría, lo dediqué todo para mi... Por la mañana fui al bosque de Tlalpan a correr, un rico desayuno, arreglé mi departamento, escuché jazz y ahora estoy descansando.
Al salir del bosque pensé en pasar a Cuicuilco al restaurant de comida orgánica, estaba lleno, así que decidí dar una vuelta al parquecito; el día soleado, la gente se congregaba cerca de los restaurantes, en la parte opuesta solo una vendedora de flores.
Mientras caminaba, solo, entre los árboles me percaté de que realmente no era el único en el lugar, un grupo de ardillas brincaban del pasto a los árboles; caminé lentamente para evitar que huyeran, estaban muy acostumbradas a las personas, tan solo me veían con la misma curiosidad que yo a ellas.
Al mirar al frente, en mi camino había un trozo de pan que alguien tiró, tal vez con la intención de alimentarlas, tal vez sin quererlo; una ardilla se acercó, mientras yo seguía caminando, y me miró, al estar a menos de un paso del pan me detuve, fueron unos instantes en que dudó, acercarse y tomar el pan o correr a la seguridad de un árbol.
Al final retrocedió y se subió al árbol, no me moví... justo en ese momento otra ardilla apareció en escena, mi vista se fue con ella, bajó del tronco, pasó a mi lado, tomó el pan, cruzamos miradas y regresó a su árbol.
Tal vez esto solo parezca un cuento aburrido, un hecho casual, algo que pasa y no mas... pero los que me conocen saben que no creo en las casualidades; al dar mi siguiente paso un pensamiento llegó a mi mente.
¿Cuál ardilla eres tú? Todos hemos visto esa porción de pan en nuestro camino, oportunidades; tal vez la primera ardilla había sufrido el ataque de un niño que le lanzó una piedra, la correteó, la pateó, la capturó... tal vez solo tuvo miedo.
A lo largo de nuestra vida pasamos por momentos difíciles, cosas que no entendemos y "malas" experiencias... Lo cierto es que la primera ardilla tuvo el pan en sus manos y lo dejó, al siguiente instante esa oportunidad era pasado y alguien mas la tomó.
No sé cuál es su historia... pero quiero creer que la segunda ardilla había sufrido el ataque del niño y, aún con esto, al ver la frente a sí la oportunidad la tomó, sin dudas, sin temores de que volviera a ocurrir... y la primer jamás volverá a perder su pan por miedo...
Al final todo se resume en que no debemos dudar, si una vez caemos... intentemos de nuevo... esta vez nos quedaremos con el trozo de pan...
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