Conformismo...

Las personas que me conocen saben que tengo muchas cualidades, pero también saben que soy muy flojo. Tal vez sea mi mayor defecto, o enemigo, el conformismo. Les cuento esta historia, que escuché por ahí...

A la gente en Japón siempre le ha gustado el pescado fresco, es la base de su alimentación. Desgraciadamente cerca de sus costas los peces no eran suficientes para satisfacer las demandas de la población. Los barcos pesqueros debían ir, cada vez mas, hacia aguas abiertas para capturarlos. El problema que enfrentaron fue que entre mas lejos iban, mas tiempo tardaban en regresar a la costa y por lo tanto el pescado ya no era fresco.

Se les ocurrió montar congeladores en los barcos para que la pezca llegara en buenas condiciones, sin embargo, las personas enseguida reconocían el sabor a pescado congelado y tampoco estaban satisfechas con esto. Los pescadores tuvieron una gran idea, dentro de los barcos instalaron pequeños estanques, gracias a ellos los peces llegaban vivos a la costa y parecía que el problema estaba resuelto, por fin tendrían pescado fresco.

A pesar de esto la gente no se sentía conforme con el sabor, los peces pasaban sus últimos días de vida prácticamente sin hacer nada, estaban inmoviles solo esperando su muerte. ¿ Qué harían ustedes en el lugar de los pescadores ? ¿ Cómo solucionarían este problema ?

Tuvieron una idea, en los estanques metieron a un pequeño tiburón, se comía a varios peces en el trayecto de regreso, sin embargo, todos se mantenían activos y luchando por no ser comidos, con esto los que llegaban conservaban el sabor de un pez recién capturado.

¿ Alguna vez se han sentido como esos peces en los estanques ? Siempre es bueno tener un tiburón para recordar que estamos vivos, hay que mantener las ganas de luchar y no solo vivir por vivir.